Como personas, seres humanos, debemos tomar en cuenta algo muy
importante, la muerte es el único futuro que tenemos todos, todo ser
humano sobre la faz de la tierra, sin excepción, morirá.
No
pensar en ello, no te ayudará, de hecho, si pensar en ello, puede hacer
que te cuides más como persona, prestando suma atención a tu vida y
tomando tus precauciones.
Tú puedes creer en Dios, hacer
el bien al prójimo, pensar positivo, pero si no tomas precauciones en tu
vida, te puede pasar una muerte violenta. Seas bueno o malo, positivo o
negativo, te puede pasar un terrible infortunio sino andas despierto,
con malicia y analizando tu entorno.
Cuanta gente
inocente, buena y positiva muere violentamente? Millones, al igual que
gente mala, esto va más allá de creencias, pues como seres humanos
estamos a merced de cualquier contingencia, cualquier problema en
cualquier momento.
No sólo hablamos de accidentes, sino de
enfermedades, de daños causados dolosamente por otras personas, por
nosotros mismos y un montón de riesgos más, desde que la tierra se abra y
te trague como ha pasado ultimamente.
Ser inteligente,
consciente de la realidad, es prioritario para todo ser humano en vez de
vivir sueños efímeros de esperanza, en utopías de vida que carecen de
posibilidades de riesgo.
Para todo lo que hagamos, tiene que abrirse un plan que contemple problemas y contingencias.
Debido
a todo esto, a todos los riesgos que corremos como frágiles seres
humanos, cada momento de nuestras vidas, debe ser impecable y un culto a
nuestros deseos. Trabajar por por cumplir nuestros sueños, aunque
estemos desde que nacemos, inevitablemente condenados a morir.
Todos los días mueren personas, cuando esto ocurre, hay un espacio de reflexión sobre la muerte.
En
mi caso personal, este espacio reflexivo me dice que cada día debo
luchar por lo que amo y lo que me gusta hacer en mi vida, con
perseverancia y en contra todo obstáculo que se interponga.
Que
debo eliminar de mi existencia, todo aquello que represente problemas
innecesarios que no contribuyen a llegar a las metas a tiempo, porque
precisamente lo que no tenemos es tiempo y hay que estar consciente de
ello.
Como persona decidí alejar todo drama innecesario
de mi existencia, porque esto a la final no lleva a nada, no conduce a
nada, más que con menos vendas ilusorias en los ojos, te darás cuenta de
cuánto tiempo valioso has perdido y que el mismo no regresará.
La
incertidumbre, tanto la ambiental y la de la sociedad, esta última que
actúa sobre entes individuales (seres humanos) de emociones cambiantes e
inestables en colectividad, están presentes en nuestras vidas de manera
inevitable. Por esto, la poca certidumbre que tenemos es lo que
construimos internamente y esto debe prevalecer a costa de todo, porque
es lo único realmente seguro que tenemos sobre todas las cosas.
El
día que uno muere físicamente, sólo si es el fin total, se apaga con
lo físico todo lo que eres, eso incluye tu sabiduría, tus
conocimientos, tus valores, tu personalidad, tu autoestima, tu lealtad
personal y tu mundo interior entre otras cosas que representan tu
certidumbre real.
Esto es lo único seguro que te
acompañara firme, hasta el final de tu vida, todo lo demás, familia,
parejas, hijos, propiedades, dinero y tu alrededor, representa la
incertidumbre y es cambiante, por lo cual no puedes aferrarte a nada si
quieres ser feliz.
Hay que estar conscientes de disfrutar
el momento, pero sin aferrarte a nada, para evitar esos dramas irreales
que componen la ñañequería sentimental que vemos en la sociedad, misma
que contribuye a una involución de las personas, haciendo que el mundo
se ahogue en un vaso de agua.
Nuestro mejor amigo y peor
enemigo es el tiempo de forma natural, a eso súmale la cantidad de
riesgos que podemos enfrentar en nuestra vidas.
Tomando
en cuenta esto, la misión más importante de cada persona,
individualmente, es preguntarse honestamente que quiere y luchar por
cumplir esos deseos, no lamentar nada si algo llegara a pasarte, porque
has vivido como quieres.
Reglas sociales, reglas
religiosas, represión, estupideces morales, presión de grupo, todo esto
es un invento del mismo ser humano para controlar las masas, si tus
deseos te dicen a gritos que estas reglas no valen, no las sigas, sigue
tu propio camino, el de tus deseos y complacer tu voluntad.
Podemos ayudar a los demás, pero realmente es más saludable ayudar a quienes quieren aceptar esa ayuda.
Gente
necia, sentimentalmente ridícula y arrastrada en dramas incoherentes,
es mejor apartarlas por nuestra salud y tranquilidad tanto física como
mental, que es lo más importante para desarrollarnos como seres humanos.
Si
nos ponemos a analizar con mente fría, no estamos para perder el tiempo
en dramas estúpidos ni ñañequerias sentimentales de personas
inestables (cada día es una gran mayoría) que buscan desestabilizar
nuestra estructura, armonía y tranquilidad individual.
Es nuestro derecho individual, llegar a la plenitud y a la complacencia en nuestras vidas.
Todos individualmente lo haremos de forma diferente, pero hay que hacerlo si queremos hacer que nuestra vida valga la pena.
La
muerte está en todos lados, en cada descuido del ser humano, en cada
acto riesgoso o temerario, en cada mala decisión e inclusive estar
simplemente en el lugar equivocado a la hora equivocada.
Ante
la muerte y su inminente dominio sobre nosotros, hay que tomar en
cuenta que cada acto que hagamos, debe pensarse y analizarse
minuciosamente, principalmente si tenemos muchas metas que queremos
lograr antes de morir.
Tomar en cuenta que vivimos en la
incertidumbre y todo es inestable, nada es para siempre, por ello
disfrutemos el momento que estan las cosas, pero no nos aferremos a
nada.
Vivir una vida bajo nuestra voluntad, luchando por
lo que amamos, que cuando llegue la muerte no haya nada que lamentar,
ese debe ser nuestro propósito siempre.
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