Nunca
dejarás de tener problemas en la vida, siempre pasaran cosas y como
persona debes prepararte con estrategias de acción y prevención. No sólo
construir una vida positiva, sino estar consciente de lo negativo, para
cuando te ocurra, no haya malas sorpresas, ni quedes impotente a la
hora de solucionar las cosas.
Los problemas reales,
requieren soluciones lógicas e inteligentes, no utópicas ni
sentimentales, que buscan confundir y engañar a las libres voluntades
.
Todos
tenemos sueños, metas y los sentimientos son importantes en nuestras
vidas, es lo que somos y es lo que nos motiva a hacer las cosas que
hacemos, pero así como amarras al perro cuando lo sacas a pasear, así
debes ponerle un cordón a tus sentimientos y saber cuándo jalarlos de
vuelta, saber cuándo detenerlos, porque podrían perderse en caminos
opuestos al que caminas en dirección a tus propósitos.
Podrás
decirme “pero amarrar los sentimientos limita” y es correcto, limitarse
es totalmente negativo ya que te cierra puertas y te sumerge en una
ignorancia constante, sin embargo ese “cordón” no es para limitar, es
para disciplinarnos, puesto que el “cordón” del que hablo es infinito y
libre para los sentimientos, pero siempre es sostenido por el control de
la voluntad propia.
Entonces no hablamos de limitaciones,
hablamos de que la libertad debe ser disciplinada y controlada por
nuestra voluntad, para evitarnos sufrimientos innecesarios y perder lo
más valioso de todo, el tiempo.
El inclemente tiempo que
no perdona, ni da oportunidades, refiriéndonos por su puesto, a nuestra
corta estancia física en ésta dimensión, donde a pesar de que para
algunos les parezca insignificante, es necesaria para consumar
propósitos específicos y entablar futuros y poderes en otros planos de
la existencia.
Nunca matarás tus sentimientos, la frialdad
total del Ser no existe, pues así como respiras constantemente, también
sientes en diversidad de formas sean positivas o negativas. Los
sentimientos indiscutiblemente te acompañaran hasta el último aliento de
tu vida e incluso hasta después de la muerte.
Por esto la
solución no es destruir nuestros sentimientos y convertirnos en una
roca, la solución es controlar nuestros sentimientos, para que estos no
nos conviertan en esclavos del sufrimiento.
Así como tu
boca sirve para recibir los alimentos, tú estomago e hígado para
procesarlos y tus intestinos para evacuarlos, así mismo cada órgano
tiene una función importante y es allí donde el cerebro no está puesto a
la ligera.
Nuestro cerebro es el encargado de recibir e
interpretar nuestros sentimientos a través de los sentidos, hacer de
esta energía abstracta, algo concreto, creando un concepto de ello.
Debido a esto, nuestro cerebro debe ser el embase o los embases para
organizar toda esa fuerza abstracta llamada sentimientos y evitar que
estos se pierdan, se mezclen o contaminen, construyendo en las personas
una vida de confusión, sumisión, dependencia, miedo, ignorancia y
esclavitud, cuyos caminos desembocan en dolor y frustración.
Por
su puesto, nuestro cerebro, el órgano más poderoso de todos los seres
humanos, tiene que estar bien ubicado en la apreciación de su entorno,
no sólo tener alas para los sueños, sino patas y muchas, para manejarse
en los terrenos de la realidad lógica, aunque esta sea impuesta por el
sistema de control global.
El problema de las mentes, de
nuestros cerebros, es cuando se dejan atrapar y manipular por los
conceptos establecidos, creando ilusiones utópicas sobre los mismos. No
hay nada peor que crear una ilusión encima de una ilusión, pues la
realidad que vivimos es construida como ilusión por el sistema para el
control global de las masas. Ilusiones que buscan que las sociedades e
individuos funcionen como las hormigas de forma automática, sin
cuestionamientos y sin voluntades que busquen libertad.
Cuando
las mentes se envenenan o crean utopías fantásticas sobre conceptos
concretos, lógicos y racionales de ésta realidad que se nos ha impuesto,
entonces comienzan las fallas, confusiones y frustraciones en las
personas, todo esto que combinado con egos y orgullos, desembocan en un
estancamiento prolongado del Ser, de la voluntad y la libertad, siendo
un auto obstáculo para la apreciación coherente de los conocimientos
adquiridos o la preferencia en la ignorancia por comodidad.
Cuando
una mente se envenena con conceptos, queda atrapada en una ilusión
dentro de la ilusión principal que es creada como nuestra “realidad
racional” por el sistema de control global. Cuando éstas mentes por
ejemplo, llegan al grado extremo de una forma de fanatismo, esto es
capaz de hacerles, no sólo escuchar voces, sino creer que se poseen
poderes especiales los cuales obviamente no tienen funcionamientos
contundentes, ni crean cambios en la realidad. Son espejismos percibidos
por los sentidos como si fueran iluminaciones, pero sentidos que están
envenenados en conceptos utópicos.
Los únicos poderes que
crean cambios contundentes en la realidad, son los que parten y se
desarrollan de una visión lógica y racional de ésta realidad, sin
utopías, ni sentimentalismos, pues a pesar de que ésta realidad sea una
ilusión manipulada de conceptos, aspectos morales y demás, es el patrón
correcto del cual partir y proponer estructuras y energías capaces de
cambiar nuestro entorno, de una forma rápida y dirigida por nuestras
voluntades.
La mente debe tener el “cordón” para amarrar
nuestros sentimientos, un “cordón” infinito que le de libertad, que no
cree limites, pero que exista el control supremo de la voluntad propia,
sobre toda acción, pensamiento, palabra u omisión.
Nuestra
mente debe controlar nuestros sentimientos, pues los sentimientos nos
engañan y confunden, haciéndonos estrellarnos con la misma piedra,
fracasar y vivir en círculos viciosos cargados de muchas experiencias,
pero que ninguna es capaz de crear una evolución verdadera del ser.
Aún
así, sólo una mente centrada, racional y lógica, es capaz de controlar
los sentimientos, pues si la mente vive de utopías e irrealidades,
creando un sinnúmero de ilusiones, los sentimientos reaccionaran a éstas
ilusiones utópicas y no a aspectos racionales y concretos de la
realidad impuesta y controlada por elites del control global.
Ser
una persona sana y “correcta”, no quiere decir, ni asegura que tendrás
una mente sana, lógica y racional, pues hay miles de personas sanas y
“correctas”, quizás miles de millones, que viven dormidas en utopías,
esperanzas, fanatismos, culpabilidades bíblicas y todo tipo de cosas que
no les permite desarrollar más del potencial que tienen, sólo piensan
que deben conformarse en vivir de etapas preestablecidas, creadas por el
sistema del control global, para controlar a la humanidad.
Como
seres humanos nacemos con el instinto animal, pero somos animales
racionales, capaces de crear, de convertir ideas fantasiosas en
realidad, como cuando a alguien se le ocurrió la fantasía de crear un
holograma que hoy ya es posible de lograr gracias a la ciencia y
tecnología.
El poder de la creatividad es infinito, es lo
que ha logrado, junto a la inconformidad, que evolucionemos, que
busquemos cambios más importantes, imponentes y cómodos para nosotros.
Las ideas creativas y fantasías se convierten en realidades e inspiran a
inventores y científicos a que se conviertan en realidades tangibles,
lógicas y racionales. De allí la creatividad es nuestro máximo poder,
nuestro máximo desarrollo y el camino a la libertad absoluta del ser
lejos de las garras del sistema manipulador de control global.
Una
mente racional, lógica y creativa, acompañada de una voluntad, firme,
incorruptible y determinada, es la pesadilla del sistema de control
global, pues no asimilarás sus órdenes como una hormiga atada a un
sistema de esclavitud. A cambio, serás capaz de destruir el orden
establecido y crear nuevos órdenes más honestos, capaces de brindarle al
ser humano la liberación de su máximo poder oculto.
Dejar
a un lado, la sumisión, el pedir perdón por todo, el agachar la cabeza,
el sentir pena y prepararnos para el camino a una evolución real y
poderosa de nuestro ser.
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