Siempre he dicho que la envidia es
parte de personas muy superficiales o mediocres, sin visión, sin una vida
interesante ni surtida, por esto tienen que estar metiéndose en la existencia
de otras personas. Lo irónico, es ver a personas inteligentes y con mucho
talento en ese juego, lo cual me hace pensar que a pesar de toda esa cultura,
talentos e intelectualidad, son personas que han hecho cosas para llamar la
atención, mientras en el fondo son seres vacios, que no saben en realidad que
quieren de sus vidas, cosa que sólo tienen que preguntarse a sí mismos, pues
nadie más tiene esa respuesta.
Lisímaco “Isagorath” Sucre
Hay que vivir la vida con libertad,
pero a la vez con cuidado de no tomar decisiones arrebatadas que nos pueden
estropear el resto de nuestra existencia. Todo debe pensarse y analizarse, para
eso somos seres con razonamiento. No podemos permitir que los problemas de la
vida o nuestra impulsividad, nos coloquen en una situación delicada, donde
ignoremos nuestra fuerza y actuemos, sin amor ni respeto propio. Aquellos que
dejan que sus debilidades gobiernen sus vidas, no son más que títeres
descarriados, en un mundo real que no tiene misericordia con los débiles.
Lisímaco “Isagorath” Sucre
Los aspectos finitos de la vida,
duran como las hojas de un árbol, un limitado esplendor reducido a la nada,
devorado por el tiempo. Quienes se aferran a lo finito, son personas condenadas
a la incertidumbre, donde la estabilidad suele ser intermitente o caer
repentinamente dentro de un gran vacío, en el cual estando muy cegados, ni las
cosas buenas, ni las salidas factibles se pueden reconocer. Nada como vivir para lo infinito, trabajar por lo
infinito, lo ilimitado, todo aquello alejado de las ilusiones finitas y
cegadoras impuestas en esta realidad. Este es el camino para la trascendencia
de nuestra esencia, lejos de sistemas manipuladores que estrujan las mentes y
sus grandezas ocultas, con el único propósito de convertir a la humanidad en
esclavos orgullosos al servicio de un juego ancestral, donde el miedo y la
sumisión se confunden con la humildad.
Lisímaco “Isagorath” Sucre
“no hay peor ciego, que el que no
quiere ver” Que frase más sabia y se aplica a personas que tienen la verdad
frente a sus ojos, tan pero tan cerca, que pueden apreciarla con todos sus
sentidos, pero por esperanzas utópicas y miedos, no quieren verla. Prefieren
vivir una mentira, cómoda de momento, para complacer sus debilidades, para
luego decirse a sí mismos, cuando tengan los pies sobre la tierra, que persona
más estúpida he sido y cuánto tiempo he perdido.
Lisímaco “Isagorath” Sucre
Creer que
ser esclavo de tus debilidades te hace fuerte, no es más que un autoengaño.
Creer que hacer lo que te da la gana te hace fuerte, aún irrespetándote y
humillándote a ti mismo, no es más que otro autoengaño más. No hay que
confundir nunca, las verdaderas bases de la fortaleza: autoestima, convicción,
determinación, voluntad y tenacidad, las 5 puntas de una estrella de fuego, que
eleva el espíritu del ser humano, con poder y dominio en el infinito.
Lisímaco “Isagorath” Sucre
Cuando
hacemos arte, cuando tenemos un ávido interés en adquirir mucho más
conocimientos sobre las cosas, cuando reconocemos con convicción que hay algo
más trascendental e importante que nos envuelve como seres humanos, lejos de lo
tradicional y todo aquello que te dice como debes ser, como debes pensar, como
debes actuar, es allí donde contemplando tantos misterios interesantes, es
imposible con tanto descubrimiento útil, conformarse con menos.
Lisímaco “Isagorath” Sucre
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